Fue un punto de referencia para todos los países colonizados a mediados del siglo pasado por los EE UU. Quién a tan solo algo más de cien millas de Tio Sam retó y limitó su poderío en la isla pudiendo plantar cara a sus enfados y desafíos.
Un líder revolucionario que tuvo que tomar decisiones que hubiera preferido no poner en práctica pero que sus propios enemigos le llevaron a ello. Fue la propia EE UU quien no le dejó otra vía que aliarse con la URSS de los 60, con todo lo que implicaba, para tenerla como ejemplo de país castigado y sin capacidad de desarrollarse libremente por no respetar "al patrón".
La situación económico/cultural/social de todos los países vecinos de régimen claramente capitalista con una libertad muy teórica para la población, era sensiblemente peor que la de la cubana cuando estaba protegida por la URSS.
Para la ciudadanía de los países pobres, incluso para los pobres en países más avanzados, fue y ha sido un punto de referencia que visto desde la distancia, muchas veces, se ha magnificado.
En los sesenta, setenta y principios de los ochenta, ser de izquierdas implicaba ser castrista. Esa imagen para muchos de nosotros era claramente positiva. Ahora bien, muchos tenemos que reconocer que si hubiésemos vivido allí, si hubiésemos sido cubanos "de base", igual hubiésemos terminado en Florida maldiciendo al dictador.
No se puede juzgar a uno por sus actos en un lugar con las bases y prejuicios de otro país absolutamente distinto tanto social, cultural como económicamente. A mi personalmente ver a un presidente vestido de militar casi permanentemente me da un yu-yu que no puedo digerir, si bien entiendo que en otros países de régimen político muy distinto también lo usan para transmitir "mensajes subliminales" a su población y a los "enemigos de la patria".
En cualquier caso, no hay socialismo sin libertad. En esto falló. Aun así, creo que la historia le absolverá.