La Unión Europea debería quitarle al Gobierno y a la televisión israelíes la posibilidad de usar a sus cantantes
para blanquear su imagen y proyectar al mundo un país moderno, inclusivo, tolerante y progresista.

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Y ahora ¿qué?

Después de mirarnos en el espejo y ver la cara que se nos ha quedado, como dice Alorza en su Facebook, pediría una rebaja de la agresividad entre partidarios de distintas opciones democráticas, para reafirmar bien alto aquello que nos une y no queremos perder.

Seamos conscientes de  que estamos abriendo la puerta a todos los Berlusconi, Le Pen, Gil y Giles del mundo y, quizá, a otros peores. 

O nos mantenemos unidos, muy unidos, en la defensa de los valores europeos de democracia, laicismo y cohesión social o Murphy nos demostrará una vez más que todo, todo, puede empeorar.