Este año se cumplira el 24º aniversario en el que la ONU proclamó el 15 de mayo como el Día Internacional de las Familias, una celebración que en España pasa completamente desapercibida, pese a que su conmemoración —y no el Día del Padre o de la Madre— significaría un nuevo mensaje de gratitud a quienes crían, educan y aman a sus hijos al margen de roles, sexos y diferentes modos y maneras que nos distinguen actualmente a la hora de vivir la realidad de cada familia.
Un día como el que propone Naciones Unidas fomentaría la tolerancia, eliminaría barreras de género... y de paso no haría que algunos niños con padres “diferentes”, o simplemente sin ellos por las razones que fuera, se sintieran desplazados estos días cuando en el colegio hacen sus trabajos manuales para un tipo de padre predeterminado y no para su entorno familiar, sea cual sea su composición.