El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

jueves, 15 de junio de 2017

40 años después, necesitamos un nuevo diálogo y consenso para limpiar la Democracia frente a la corrupción política.

Hoy se cumplen 40 años desde las primeras elecciones tras la muerte de Franco. 

Se trata de uno de los pilares de la Transición y uno de los hechos fundacionales de la democracia española, junto a la Constitución de 1978 y el frustrado golpe de Estado de 1981. Se inició el único periodo democrático de toda la historia de este país, si exceptuamos los tres complicados años de la segunda república.

Es cierto que la Transición dejó sin resolver algunos retos fundamentales, sin embargo, la disposición al diálogo, tanto de la derecha como de la izquierda, hizo posible la convocatoria de las primeras elecciones libres y atender la imperiosa necesidad de abordar los problemas del país desde la generación de grandes consensos.



40 años después, tras estos últimos años en los que la corrupción política ha aflorado a niveles de "máxima repugnancia", poniendo en peligro la propia democracia, durante esta semana ha sido lamentable ver la pocas posibilidades de recambio que hay en España mientras las fuerzas opuestas al corrupto partido en el poder se muestren tan divididas.