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Hoy, por fin la he visto. A través de los siglos, el secretismo ha marcado el funcionamiento de una de las instituciones más antiguas del mundo: la Iglesia católica y esta película de Netflix trata de resolver desde la ficción uno de los mayores misterios que han marcado la historia del Vaticano en los últimos 600 años: la renuncia del papa Benedicto XVI y el inesperado ascenso de un cardenal argentino, Jorge Mario Bergoglio, al Trono de San Pedro.
El filme, dirigido por Fernando Meirelles ("Ciudad de Dios") y con guion de Anthony McCarten (Bohemian Rhapsody) gira en torno a una conversación ficticia entre el cardenal de Buenos Aires y el obispo de Roma poco antes de la renuncia de este último en febrero de 2013.
Pero quizás uno de los elementos que más confusión ha traído es el hecho de que se trate de una obra de ficción "inspirada en hechos reales": ¿qué es ficción y qué realidad en la cinta de Meirelles?
Una de las críticas más recurrentes que ha recibido la película -incluso por la propia Iglesia católica- es la dicotomía que presenta entre sus dos personajes principales:
-Un papa "bueno": Francisco, presentado como un "revolucionario", humilde, abogado de las causas justas, amigo de los pobres y los oprimidos, conocedor de yerbas aromáticas y de los sufrimientos y las penas del más común de los mortales.
-Un papa "malo" o al menos, menos popular: Benedicto, retratado como esquemático, conservador, alejado del mundo, vanidoso, amante del lujo y la pose, intelectual, responsable de la debacle que vive la Iglesia.
Una de las críticas más recurrentes que ha recibido la película -incluso por la propia Iglesia católica- es la dicotomía que presenta entre sus dos personajes principales:
-Un papa "bueno": Francisco, presentado como un "revolucionario", humilde, abogado de las causas justas, amigo de los pobres y los oprimidos, conocedor de yerbas aromáticas y de los sufrimientos y las penas del más común de los mortales.
-Un papa "malo" o al menos, menos popular: Benedicto, retratado como esquemático, conservador, alejado del mundo, vanidoso, amante del lujo y la pose, intelectual, responsable de la debacle que vive la Iglesia.
Para muchos católicos, se trata de una visión que queda lejos de los verdaderos papas. Para los que somos simples interesados en todo lo relacionado con esta organización milenaria, la película es muy interesante.