2. Que no perdamos el tiempo pensando en el futuro.
3. Que dejemos de creer en la suerte y creamos en nosotros mismos.
4. Que dejemos de hacer montañas de granitos de arena.
5. Que la tristeza nos dé ganas de reír. Que nos riamos mucho.
6. Que cantemos en la ducha, en los bares, en las bodas, en las cenas con los amigos o donde nos apetezca, cuando nos venga en gana.
7. Que aprendamos a decirnos “te quiero” sin que nos dé vergüenza.
8. Que nos besemos, nos toquemos y nos achuchemos mucho.
9. Que nos escuchemos tanto como sepamos compartirnos en silencio.
10. Que nos queramos, a los demás y sobre todo a nosotros mismos.
11. Que nos peleemos lo menos posible. Estar enfadado es una gran y estúpida pérdida de tiempo. ¡A la mierda el ego y el orgullo!
12. Que nos dejemos de rollos, de chorradas, de hacer ver lo que no somos, que eso no sirve pa’ ná.
13. Que le perdamos el miedo a la muerte, pero también le perdamos el miedo a vivir.
14. Que decidamos por nosotros mismos. Que nunca dejemos que los demás decidan por nosotros.
15. Que cuando la vida nos cierre una ventana sea cuando más abramos las alas para romper el cristal y salir volando.
16. Que las cosas nos lleven a donde sea, pero que nos vayan bien.
17. Que los cerebros de zafios, hipócritas, memos, mamelucos, corruptos, pesaos, estúpidos, tocapelotas, mentirosos, gilipollas... se reprogramen y entiendan que en la vida no hace falta ser así, que la vida va de otra cosa.
18. Que a las penas, puñaladas y al mal tiempo, buena cara. O mala, que tampoco pasa nada.
19. Que la vida sea siempre un sueño.
20. Y, en fin, que a la vida le demos calidad, porque belleza sobra