Es curioso. Para algunos, Ayuntamiento incluido, las fiestas son un buen motivo para relajar buenas costumbres, hábitos, y/o obligaciones, aparte de la de "no molestar", que entre todos nos hemos impuesto durante el resto de los días.
Y dos ejemplos tristes son los siguientes:
- Hay gente que se olvida de respetar, sobre todo con las vejigas llenas, los jardines y los espacios públicos o privados que circundam viviendas próximas, espacios a los que los "txosneros de las 4 de la madrugada" consideran sus territorios o espacios con derecho de uso y desaogo fisiológico durante estas fechas y horarios. Por cierto, pare reconducir deseos de mear en plantas ajenas, las vallas se las pagan los vecinos, ante el "levantamiento de hombros" de la Casa Consistorial.
-Y si no se les puede pedir que orinen donde lo hacen habitualmente durante el año, menos que distingan los diferentes productos a tirar a la basura : papel, plástico, botellas, etc ... y el Ayuntamiento, para que no se fustren, les ha ayudado quitando de los alrededores de las txosnas contenedores específicos y poniendo exclusivamente los genéricos. En vez de progresar, retrocedemos.