en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

viernes, 8 de julio de 2022

Poco cambiará ahora con otro líder tory,
solo con un gobierno laborista podrían restablecerse relaciones "normales" con GB.

Hay que recordar que Johnson hizo campaña por el Brexit en el referéndum de 2016, donde alimentó el bulo de que el Reino Unido enviaba a la UE 350 millones de libras a la semana. Montó un autobús de campaña con la cifra y apareció frente a una pancarta que decía: “Démosle a nuestro sistema público de salud los 350 millones de libras que la UE se queda cada semana”.

 Fue corresponsal del amarillo 
The Daily Telegraph en Bruselas, y nunca ha tenido problemas en retorcer la realidad para reforzar las posiciones contra la Unión Europea. Que la verdad no se interponga ante un gran titular. Recientemente, por ejemplo, comparó en el congreso del Partido Conservador la lucha de los ucranianos contra la invasión de Vladímir Putin con la de los británicos por salir de la UE.

Johnson se llevó por delante a Theresa May porque consideraba que ella defendía un Brexit demasiado blando, pero no se dio cuenta de que su apuesta venía a partir Reino Unido en dos: la isla de Irlanda por un lado y la de Gran Bretaña por otro.

Johnson quería mantener el conflicto abierto y culpar a Bruselas de sus males, muchos de ellos derivados del Brexit: como la carestía de algunos productos, problemas para encontrar mano de obra, desabastecimientos periódicos, caída del turismo y del PIB.

Boris Johnson se está marchando, y nadie en Europa derrama una lágrima por él. Pero, paralelamente, se reconoce que su posible sucesor/a no mejora la confianza desde esta parte del canal.

www.eldiario.es/internacional/adios-boris-johnson