En pleno 2022, y como todos los años anteriores, los benedictinos del actual Valle de los Caidos siguen celebrando en esta fecha un oficio durante el que se alude al alzamiento de 1936, el que unos cuantos terroristas se revolvieron contra la Constitución y la Democracia, y estos sacerdotes católicos lo hacen precisamente días después de que el Congreso aprobara la Ley de Memoria Democrática que resignificará el recinto, expulsará a los frailes de una vez por todas y modificará el marco de presencia eclesial en la abadía.
Una misa, que ningún obispo o cardenal he escuchado lamentar, y que puede ser la última. Espero que por fin, así sea.
Entonces volveré para celebrarlo.
Entonces volveré para celebrarlo.