Todos vivimos rodeados de rayas.
Visibles o imaginarias.
Pero nos cercan, nos limitan los movimientos.
Unas, deportivamente hablando, y tienen el valor que tienen,
es decir, casi nada.
Las otras, mucho más importantes, marcan tu derecho a una vida digna,
o no.
Las segundas son mucho mas importantes en general,
pero estos días, queda en evidencia,
cómo nos manipulan, o al menos lo intentan.