La presencia confirmada de Bildu en los comicios del próximo 22 de mayo tras rechazar el TC por 6 a 5 la ponencia que vetaba a Bildu, obligará a todas las demás formaciones políticas a ajustar sus cálculos electorales y, lo mejor de todo, a abrir aún más el abanico de posibles alianzas en las que tendrán que participar una vez realizado el recuento de los votos. Eso es la política, sobre todo la municipal.
Pero esa misma política, desde un punto de vista distinto previo, logicamente, se está manifestando en toda su crudeza también entre quienes han constituido la citada coalición. Y es evidente que la necesidad de conformar las candidaturas con arreglo a la representatividad pasada o presumible de los tres socios ha obligado a estos a asumir un pronóstico ciertamente moderado de sus posibilidades electorales para evitar que el reparto de puestos emulara al cuento de la lechera. De modo que el método de confección de las listas les ha llevado a rebajar el alcance de su iniciativa.
Pero esa misma política, desde un punto de vista distinto previo, logicamente, se está manifestando en toda su crudeza también entre quienes han constituido la citada coalición. Y es evidente que la necesidad de conformar las candidaturas con arreglo a la representatividad pasada o presumible de los tres socios ha obligado a estos a asumir un pronóstico ciertamente moderado de sus posibilidades electorales para evitar que el reparto de puestos emulara al cuento de la lechera. De modo que el método de confección de las listas les ha llevado a rebajar el alcance de su iniciativa.
Sea como sea, está claro que de esta forma el panorama político de la sociedad vasca se va a ver reflejado mejor y de manera mas conforme a la realidad.
Y desde luego, todos deseamos que los pasos que unos prometen haber dado definitivamente y otros queremos creer en que así será, sean los primeros de otros que confirmen definitivamente esa esperanza.