En la guerra fria se decía que si tu tienes dos vacas ...
... y llegan los socialistas, el Gobierno tomaba una y la otra se la daba a tu vecino.
... con los comunistas, el Gobierno te quita las dos y te provee de leche.
... con los nazis el Gobierno te disparaba y se quedaba con las dos vacas.
... y con el capitalismo, tú vendías una y comprabas un toro.
Con el tiempo, las metáforas de las vacas se han ido prodigando en otras latitudes, y así ahora sirve para explicar la situación de Oriente Medio:
Arabia Saudí: tienes dos vacas, además de ingentes reservas de leche. Las llenas de pasto, no dejas que se relacionen con toros e importas a asiáticos para que las ordeñen.
Irán: tienes dos vacas. Les interrogas hasta que confiesan que son agentes sionistas. Envías la leche al sur de Líbano y a Gaza o la conviertes en nata altamente enriquecida. Las sanciones internacionales impiden que puedas vender la leche en los mercados.
Yemen: tienes dos vacas. Les alimentas con khat en vez de con pasto y pasas de ordeñarlas. Miras cómo se pelean entre ellas.
El Egipto de Mubarak: tienes diez vacas. No les cuidas, pero impides que ataquen a Israel para conseguir que EEUU te envíe leche.
Turquía: tienes dos vacas y una oveja. Afirmas que la oveja es una 'vaca de las montañas' (por los kurdos).
Jordania: tienes una vaca rodeada de lobos. Afirmas que es una vaca con poderes mágicos que puede imponer la paz a los animales salvajes. Luego pides la leche a EEUU.
Palestina: tenías dos vacas que perdiste hace décadas. Lloras por su ausencia.
Israel: tienes dos toros. Afirmas que son terneros indefensos.
La historia completa con más ejemplos en Foreign Policy.
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