Un conjunto amplio de ciudadanos asumimos como propios los principios básicos que la Constitución de 1978 protege: la libertad, la justicia, la igualdad, el pluralismo político y, en especial, la soberanía del pueblo. Sentimos, sin embargo, que dichos valores, símbolo y síntesis del esfuerzo colectivo de toda una generación para establecer un marco de democracia y libertades, no se han visto suficientemente protegidos en su puesta en práctica.
Reclamamos una regeneración democrática que suponga una mayor y más frecuente implicación de los ciudadanos con las decisiones que nos afectan. Plasmamos la esencia de nuestra propuesta en cinco puntos básicos que consideramos sintetizan los cambios necesarios.