Ante la anunciada postura del PNV parece razonable pensar que los guipuzcoanos serán gobernados por la nueva coalición, que la ciudad bañada por "La Concha" idem de idem, y que parece que algún tipo de acuerdo encubierto ronda a los dos grupos nacionalistas. Nada que nos sorprenda especialmente.
Refugiarse en la celebre frase de "respetemos la lista más votada" me sigue pareciendo una tontería en este sistema que tenemos entre manos pues nunca los electores hemos elegido alcaldes, diputados generales ni lehendakaris, puesto que son cargos de elección indirecta. Quizás fuese bueno plantearse la posibilidad de votaciones a dos vueltas, que evitarían muchos de estos problemas pero, al día de hoy, "ese respeto", falso por otra parte, es una ridiculez. ¡A ver qué pasa en Sopelana! ¿Respetarán la lista más votada?
Pero hay que ser optimista y ver el lado positivo de las cosas. Bildu, gobernando conocerá la frustración de las dinámicas administrativas, la crítica política que se la haga desde la oposición y la ingratitud de muchos aunque hagan las cosas bien.
Así que espero ansioso la mañana del sábado porque no me molesta que gobierne Bildu en algunos municipios. Me da pena la incapacidad del resto para ponerse de acuerdo en temas que todos sabemos que lo están pero que los personalismos les llevan a destacar las pocas discrepancias frente a los muchos, a veces incluso demasiadas, puntos de vista comunes. Marcar las diferencias en los momentos en los que se piden consensos y acuerdos es mostrar tus claras preferencias por los intereses de tu partido y poca visión de país.
