El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

domingo, 18 de septiembre de 2011

Partido Nacional Vasco

Una de las noticias más relevantes en algunos medios de hoy domingo ha sido la posible nueva denominación de EAJ-PNV. Tres consideraciones se me ocurren nada mas leer la noticia.

-El abandono del sufijo "-ista" , propio de muchas ideologías diferentes entre sí, y que sirve de referencia a las personas que se muestran próximas al colectivo, por un termino que simplemente sugiere territorialidad. Podría interpretarse como abandono de la autoconsideración de una parte de la sociedad, la que se identifica con ese "ista", para intentar representar a todos los que vivimos en ese territorio. Una apuesta sin duda peligrosa y que puede "asustar" a mas de uno.

-De entre los referentes internacionales de partidos políticos que han hecho política bajo ese nombre y que me vienen a la memoria, solo puedo hacer dos grupos. El primero, el de todos los partidos nacionales de los diferentes países centro y sudamericanos. Todos ellos con el conservadurismo puro y duro o el liberalismo representativo de las derechas mas contundentes y recalcitrantes de esos países. Pero el segundo tipo de partido que me viene a la memoria con ese nombre no es mejor. ¿Os acordáis del Partido Nacional de Sudafrica? En inglés el National Party afrikaans. Un partido que gobernó aquel país de 1948 hasta 1984, defensor y propulsor del apartheid, que fue incapaz de reciclarse a la democracia disolviéndose en 2005 y que se autoproclamaba de derechas, conservador, demócrata cristiano, de "centro reformista", anticomunista y pro-apartheid. Todo a la vez. ¡¡Maldita coincidencia!!

Y mi tercer comentario va en la línea de que, si a pesar de todo, deciden cambiar de nombre, algo que evidentemente están en su derecho, y teniendo en cuenta que también lo harían en la lengua de Shakespeare, denominándose Basque National Party, sería una lástima que no aprovechasen para reciclar su denominación en euskera, puesto que las dos procedencias de la palabra "jeltzale" poco tienen que ver con una sociedad laica, democrática y constitucional en la que hoy en día tratamos todos de convivir.