El día de hoy reúne varias celebraciones o aniversarios, y me llama la atención que todas ellas lo son en recuerdo de grandes derrotas.
La primera en el tiempo, la Diada, el día que, desde mucho tiempo atrás, los catalanes declararon emblemático de su lucha histórica-- conmemora una derrota: el feroz y despiadado asalto a la ciudad de Barcelona por las tropas borbónicas, al mando del mercenario inglés Mariscal-Duque de Berwick, el 11 de septiembre de 1714. Lo que ya no es tan sabido (porque lo ha venido ocultando la historiografía borbónica) es qué guerra era la que así concluía.(Lorenzo Peña).
Lo de Chile es bastante mas reciente y aunque entonces algunos éramos muy jóvenes recordamos el zarpazo militar que, apoyado e instigado por EEUU, alimentó las ansias de esos sectores económicos que se mueven mejor en las dictaduras férreas y con líderes "respetados", aunque sea a consta de la sangre, sudor y lágrimas de millones de conciudadanos.
Atentados del 11 de septiembre de 2001 |
La tercera, la que será más renombrada hoy en los servicios informativos, también es la conmemoración de la gran derrota que sufrió el país más poderoso del mundo, en forma de acto terrorista contra las torres gemelas de Nueva York. Si bien algunos la justificaron como ataque al "odio a la libertad y la democracia, ejemplificados por los Estados Unidos", no se puede olvidar que la política de apoyo incondicionado a Israel junto a la defensa de regímenes tiranos y dictatoriales en muchos países árabes, tal como señala la propia "fatwa", animaron a los diecinueve miembros de la red yihadista Al-Qaida a cometer tan horribles actos.
En definitiva, hoy recordamos tres, pero son muchas las derrotas que se celebran a lo largo del calendario como fechas importantes a recordar. Probablemente con la intención de que siendo así, no vuelvan a suceder. Pero, tal como dice el refrán, el humano es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra y, en los temas de los que hoy hablamos, no solo dos, desgraciadamente "taytantas".