en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

martes, 12 de junio de 2012

¿Sobran diputados? No. Sobran parlamentos.

Esperanza Aguirre ha afirmado que reducirá a la mitad el número de diputados en la Comunidad de Madrid. Dice que ahorrará 33 millones de euros. Estas propuestas gozan de una enorme popularidad entre la ciudadanía, que suele ver a los diputados y senadores como una casta privilegiada, totalmente despegada de la ciudadanía. Pero, ¿sería posible reducir el número de parlamentarios?

En primer lugar, hay que tener en cuenta que una drástica reducción de sus señorías necesitaría obligatoriamente la reforma de la Constitución.
La reducción de diputados perjudicaría a los partidos minoritarios y favorecería a PP y PSOE. Es decir, aumentarían las diferencias de escaños entre los dos grandes y los menores. Se agravaría aún más el valor de un voto de un habitante de una gran provincia en relación a los ciudadanos de las pequeñas
Con menos diputados, la consecuencia directa sería el incremento del bipartidismo. De hecho, hay que destacar que la propuesta de reducir el número de diputados solo ha partido de dirigentes del PP. Ningún socialista se ha pronunciado al respecto. Hay expertos, incluso, que apuntan que la derecha siempre sale beneficiada de estas decisiones.

El Congreso no es, por tanto, la mejor cámara para reducir el número de representantes. Antes habría que acabar con las diputaciones o con las ventajas de las que gozan algunos ayuntamientos.

Otra medida para conseguir que los diputados tengan una mejor aceptación pública es la de promover una mayor democracia interna en los partidos. ¿Cómo? Evitando en la medida de lo posible las órdenes de votar en bloque y dejando una mayor libertad a sus señorías para levantar la mano o pulsar un botón solo cuando lo consideren oportuno, y no cuando lo ordene el jefe de filas. Pero eso ya solo depende de los partidos.


Yo personalmente, y en concreto en Euskadi, apuesto por un único parlamento vasco, que tampoco somos tantos, con más diputados que el actual para que todas las sensibilidades queden bien representadas y, a cambio, el traslado competencial de las diputaciones actuales, con su parafernalia parlamentaria particular, concentrando la representación de los vascos y vascas de la comunidad en un único parlamento con representación proporcional e igual, es decir, circunscripción única. Ahorraríamos pasta gansa y la democracia mejoraría sensiblemente.