Apoyar la actuación del gobierno turco de ayer bombardeando el avión ruso y dejando a sus pilotos a los pies de los terroristas islámicos es un grave error que, y por mucho que sea miembro de la OTAN por su ubicación estratégica, alguien debería de llamarle al orden.
Mientras Trump habla del éxito del plan de paz, los israelíes mantienen los dedos en los gatillos de armas que siguen apuntadas a la población civil de Gaza. (martin.gak)