Madrid ha acogido este viernes 20 de noviembre la celebración de una misa en honor a Francisco Franco justo cuando se cumplen 40 años de su muerte. Al acto, que ha tenido lugar en la Parroquia San Fermín de los Navarros, en pleno centro de la capital, han acudido unas 200 personas, entre las que se encontraban la hija del dictador Carmen Franco Polo. En su homilía, el sacerdote ha alabado a Franco y a José Antonio Primo de Rivera, que también falleció un 20 de noviembre, asegurando que "debemos aprender la lección que nos dan estas grandes figuras de la Historia".
El cura ha comenzado su sermón "pidiendo por la obra que ellos hicieron" y, ha insistido, "pidiendo para que seamos dignos sucesores y continuemos con el ejemplo que el sacrificio de cada uno nos dejó". Minutos después ha comenzado a elogiar el cristianismo que ambos profesaron y ha querido dejar claro que la Guerra Civil española comenzó porque "la nación no podía vaciarse de contenido". A su juicio, los valores cristianos fueron los que impulsaron a Franco a dar el golpe de Estado en 1936. Al finalizar la misa y justo cuando Carmen Franco Polo abandonaba la iglesia los asistentes han comenzado a cantar el "Cara al Sol" mientras hacían el saludo fascista en presencia de varias banderas, entre ellas, la preconstitucional.
Si los terroristas de los que hemos hablado estos días no nos ha costado nada decir que eran unos grandes hijos de puta, de los que se han reunido hoy en esa iglesia católica madrileña no podríamos decir menos.
Si por ellos fuese, con ellos en el poder estaríamos tan fusilados al grito de "Viva Franco, Arriba España" como con los que gritan "Ala es grande". Es lamentable y peligroso que se les permita realizar semejantes actos terroristas dentro de un recinto religioso católico.
Y ante esto, Francisco, el Jefe del Vaticano ... ¿No tiene nada que decir?