Pasado el ecuador de las fiestas bilbaínas, la noticia mas controvertida, afortunadamente, ha sido simplemente la decoración de una txozna y, esta vez, no tenía nada que ver con presos y presas de la organización terrorista más conocida por estos lares. Algo vamos avanzando. Quiero dejar claro que no comparto el gusto ni el tipo de humor expresado en su txozna por la comparsa. Y dicho esto quiero traer a mi blog un artículo de Dani Gutierrez en eldiario.es que, tras oir o ver las tonterías que se han dicho o escrito, es de lo más sensato que he leído:
Señor Obispo: le confieso que las dos veces que pasé por la txozna de Hontzak me sentí en cierto modo sacudido para mal por la puesta en escena, pues tuve educación católica, he sido una persona muy activa en círculos cristianos, y aunque ya estoy alejado de ese mundo tengo personas que quiero mucho dentro del mismo. De inmediato supe que la decoración gore allí expuesta iba a agredir simbólicamente a algunas de ellas en sus sentimientos más profundos.
Yo habría elegido otro escenario satírico sin tanta beligerancia para con unos símbolos en los que cada cual es libre de creer si son el 'totum sacrosanctum' o se trata de patrañas supersticiosas y magia potagia. Más ironía y menos sarcasmo. Pero dicho esto, mire por dónde que esta sacudida me ha facilitado traer al consciente algunas reflexiones que aquí comparto.
Cada vez que paso por alguna de sus 'txosnas' o sedes religiosas, y en Bizkaia hay aproximadamente trescientas sin contar centros educativos y otras oficinas del sector, me siento ofendido porque son sucursales de un grupo societario que semanalmente expresa que la mujer está en un plano inferior.
No es de extrañar que sea difícil romper con esta tradición discriminatoria, pues a lo largo de los 20 siglos que llevan, el jefe máximo siempre ha sido macho bajo el razonamiento "del todo obvio" de que su fundador lo fue. Próxima a esta cuestión está la del trato ofensivo que su organización hace a los colectivos LGTBI. Por citar un ejemplo hay quienes conocimos el varapalo psicológico que recibió cierto sacerdote, autodeclarado públicamente homosexual, en su reunión con el anterior obispo de Bizkaia, actual presidente de la Conferencia Episcopal Española. Si Jesucristo afirmó que hay que estar con las personas marginadas, desde luego ustedes son expertos en fabricarlas en el campo de las identidades sexuales.
En una sociedad que dice querer ser postmachista, con consignas de "No a las agresiones sexistas", con instituciones públicas como Emakunde que no aceptarían empresa alguna que niegue por régimen interno la posibilidad de una presidencia femenina, algo coherente con la aparición de la Ertzaintza en Hontzak sería que cualquier mañana de éstas llegasen las mismas fuerzas de seguridad y clausurasen la entrada a todas sus parroquias hasta que no retiren sus mensajes de promoción de discriminación sexual y de machaque a las personas LGTBI.