Prostituyendo la música vasca, y en alegre bilbirilketa pseudo revolucionaria, se pasean por las calles del pueblo, cerrando tiendas y comercios. Si ven que pueden, se meten dentro e informan (amenazan) de la imperiosa necesidad de cerrar y sumarse a sus huestes, no vaya a pasarles algo, por ejemplo, a sus escaparates (como el de la BBK).
Si alguien tenía la impresión que, cerrado "el txiringito de ETA", estos jovenes pseudo revolucionarios, radicales abertzales con alto grado de frustración, se empezaban a reciclar y aceptaban por fin los hábitos democráticos, este tipo de convocatorias le devolverá a la realidad.
Si alguien tenía la impresión que, cerrado "el txiringito de ETA", estos jovenes pseudo revolucionarios, radicales abertzales con alto grado de frustración, se empezaban a reciclar y aceptaban por fin los hábitos democráticos, este tipo de convocatorias le devolverá a la realidad.
Y no nos equivoquemos, si cuando algunos de ellos, tomados individualmente, cuando hablamos del Athletic o de la importancia de las abejas, pueden parecernos hasta simpáticos, en días como hoy, se convierten en fanáticos reaccionarios cuya chulería en grupo les eleva al más alto grado de dictadorzuelos.