Si alguien tenía la impresión que, cerrado "el txiringito de ETA", estos jovenes pseudo revolucionarios, radicales abertzales con alto grado de frustración, se empezaban a reciclar y aceptaban por fin los hábitos democráticos, este tipo de convocatorias le devolverá a la realidad.
Y no nos equivoquemos, si cuando algunos de ellos, tomados individualmente, cuando hablamos del Athletic o de la importancia de las abejas, pueden parecernos hasta simpáticos, en días como hoy, se convierten en fanáticos reaccionarios cuya chulería en grupo les eleva al más alto grado de dictadorzuelos.