Cuentan que «llegó uno a Lepe y se encontró el pueblo desierto. Ni un alma por las calles. Hasta que tras una reja encontró a una viejecita y le preguntó: "Oiga, ¿no hay nadie aquí en Lepe?". "No -contestó la señora- todos los leperos están en los chistes"».
Mientras Trump habla del éxito del plan de paz, los israelíes mantienen los dedos en los gatillos de armas que siguen apuntadas a la población civil de Gaza. (martin.gak)