El Gran Wyoming analizó en su programa televisivo el plan del Gobierno de equiparar a todas las confesiones religiosas en cuanto a beneficios fiscales y señaló que es algo "como mínimo sorprendente", pues dijo creer, y comparto plenamente, que "la fe es o debería ser un asunto privado".
Es de todos conocido que la Iglesia católica es uno de los grandes propietarios inmobiliarios de nuestro país, si no el mayor, pero está exenta de pagar impuestos como el IBI. No solo es el caso de los centros de culto, sino también el resto de propiedades como pisos o garajes, por los que "obtienen un rendimiento económico" enorme. Un rendimiento en mi opinión, "bastante injusto", puesto que "supone una pérdida importante para las arcas públicas", las de todos/as.
Pero, parece ser que el autodenominado
"Gobierno más progresista de la historia"
ha decidido poner fin a esta situación:
"Ha igualado a la Iglesia Católica con el resto de religiones".
¡¡Bien!! Ingenuamente, podríamos decir que "Ya era hora", pero ...
¿Ha obligando a la Iglesia a pagar?
No, ha eximido también a las otras confesiones
y eso es como mínimo sorprendente.
O sea, si la forma de "escaquearse" del impuesto de bienes inmuebles es ser una institución religiosa, "¿qué nos impide a los demás a formar una Iglesia propia?"
Me lo estoy pensando.