Lo que no se atrevió a hacer Feijóo, lo hizo Abascal.
Romper los gobiernos coalición.
El líder de la extrema derecha cumple su amenaza, a pesar de la contestación interna y de que un sector de Vox se resistía a su decisión. Es lo que tiene el carguito, la paguita, el silloncito: que los que eran castos, puros y venían ligeros de equipaje no querían hacer las maletas ni dejar de pisar la moqueta, por mucho que digan que no tienen apego más que a los principios.
Al final se impuso la bravata de quien trata de demostrar que sólo Vox defiende a España y a Europa de la invasión migratoria. Con mentiras, con bulos y con la furia que desprende el verbo siempre llameante cada vez que Abascal pontifica. Tal vez el cambio de grupo parlamentario europeo haya ayudado a la decisión.
Abascal rompe los pactos y acusa a Feijóo de ser el responsable sin darse cuenta de que queda en el mejor de los casos como el incauto que se creyó las promesas del socio.
Romper los gobiernos coalición.
El líder de la extrema derecha cumple su amenaza, a pesar de la contestación interna y de que un sector de Vox se resistía a su decisión. Es lo que tiene el carguito, la paguita, el silloncito: que los que eran castos, puros y venían ligeros de equipaje no querían hacer las maletas ni dejar de pisar la moqueta, por mucho que digan que no tienen apego más que a los principios.
Al final se impuso la bravata de quien trata de demostrar que sólo Vox defiende a España y a Europa de la invasión migratoria. Con mentiras, con bulos y con la furia que desprende el verbo siempre llameante cada vez que Abascal pontifica. Tal vez el cambio de grupo parlamentario europeo haya ayudado a la decisión.
Abascal rompe los pactos y acusa a Feijóo de ser el responsable sin darse cuenta de que queda en el mejor de los casos como el incauto que se creyó las promesas del socio.