La suerte a veces va acompañada de dinero.
Es decir, si tienen mucha pasta, como es el caso,
puedes decir que tienes suerte
y todos los juicios que tienes pendiente
y que podrían poner en duda su candidatura
se aplazan hasta después de las elecciones.
¡Qué suerte!
Y si el punto fuerte del susodicho
pretende ser el que se le considere
casi un enviado del Todopoderoso,
el símbolo de su fuerza y de su poder,
qué mejor que días antes de la Convención
en la que todos sus colegas tienen que rendirse a sus pies
un presunto asesino intente matarlo
pero solo consiga hacerle un rasguño.
Ni Clint Eastwood lo hubiera hecho mejor.
¡Qué suerte!
Pero a mí, tanta "suerte" me mosquea. No se.