Entre el poder de los gobiernos territoriales, aunque fuese con Vox, y la integridad democrática de la que le está dando ejemplo permanentemente la francesa o la alemana, la derecha española, el PP de Feijóo, a diferencia de las mencionadas, lo tiene claro. Siempre lo primero. Siempre el poder, aunque sea con la extrema derecha reaccionario y facha.
Y encima el líder gallego, que gobierna con Vox en seis comunidades y más de un centenar de ayuntamientos, se permite pontificar sobre “moderación” y “unión del centro” después de que en Francia el “no” a la extrema derecha haya sido clamoroso gracias al cordón sanitario que él no practica.