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martes, 30 de julio de 2024

La voluntad democrática del pueblo de Venezuela
debe ser respetada, pero desgraciadamente,
hay dudas serias sobre el recuento de votos.

La presentación de las actas de todas las mesas electorales para garantizar resultados plenamente verificables es un paso imprescindible para poder tomar en serio el recuento de los votos.

La derecha española, no esperábamos otra cosa,
siempre ha visto una oportunidad con la que atacar a la izquierda por su apoyo, total o parcial, a los gobiernos chavistas.
La izquierda de la izquierda española, al menos una parte importante de ella, Podemos e Izquierda Unida se apresuraron a reconocer la victoria de Maduro. IU incluso ha rechazado “cualquier tipo de injerencia extranjera” y ha exigido el respeto internacional a la victoria del bloque chavista.

Pero el hundimiento de la economía venezolana a partir de 2014 no ayuda a mantener apoyos incuestionables ni amparar teóricas ideologías progresistas que demuestran día a día que no funcionan.

Y cuando, día tras día en los últimos años, uno ve el dolor de millones de venezolanos que han salido al exilio producto de la difícil situación de Venezuela, independientemente de las posiciones políticas, yo por lo menos me siento obligado moralmente a exigir total transparencia en estas elecciones, pero desgraciadamente, ayer lunes, sin haber hechos públicas todas las actas del recuento, el Consejo Nacional Electoral de Venezuela proclamó presidente a Maduro, y eso no me ayuda a pensar que todo ha sido juego limpio.


Maduro celebra la victoria proclamada por las autoridades
en la noche del domingo. 
EFE

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