
Independientemente de que se pueda probar la existencia de los delitos investigados y de que el proceso acabe en condenas por la vía penal, el caso Montoro revela una censurable práctica en la que empresas, consultoras y cargos públicos se confabulaban en una captura regulatoria sistémica, una perversión del poder legislativo que no solo supuso la pérdida de millones de euros de recaudación, sino que también erosionó el Estado de derecho.
Todos los imputados son altos cargos del ministerio durante los gobiernos de José María Aznar y Mariano Rajoy, a los que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, puso como ejemplo en el último congreso de los populares.
Creo que fue Aznar quien dijo que "el que se junta con corruptos acaba condenado".
Sí. Ahora le entiendo. Seguro que no está tan tranquilo como aparenta.