Maspalomas, una película protagonizada por Jose Ramón Soroiz y Nagore Aranburu sobre volver al armario en la tercera edad.
La cinta es la última creación de Jose Mari Goenaga y Aitor Arregi–conocidos como ‘los Moriarti’-, creadores de Marco, La trinchera infinita o Handia.
La película compite en la Sección oficial del festival de San Sebastián.
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Tras romper con su pareja, Vicente, de 76 años, lleva la vida que le gusta en Maspalomas: su día a día lo pasa tumbado al sol, de fiesta y buscando el placer.
Un accidente inesperado le obliga a regresar a San Sebastián y a reencontrarse con su hija, a quien abandonó años atrás.
Vicente tendrá que vivir en una residencia donde se verá empujado a volver al armario y a ocultar una parte de sí mismo que creía resuelta.
En este nuevo entorno, Vicente deberá preguntarse si aún está a tiempo de reconciliarse con los demás …
y consigo mismo.
Un relato soberbio, crudo y muy emocionante de viejos gays que, en efecto, follan. Un arrebatado melodrama de libertad y liberación sobre la vejez, la homosexualidad y el placer del sexo. Habla del miedo a no ser aceptado, no en la adolescencia, sino en un hombre de más de setenta años.
El protagonista pertenece a una generación que vivió la ley de vagos y maleantes, que han vivido la homosexualidad incluso como una enfermedad mental, como una perversión. Lo tuvieron mucho más difícil para salir. Lo que pasa es que hoy en día también hay gente a la que le cuesta salir.
Son muchos los temas que aborda el filme, que habla del sexo en la tercera edad, un tabú del que nadie quiere hablar ni defender, de las relaciones familiares y de las propias dinámicas de las residencias, sobre todo cuando llega el COVID, pandemia que evidencia la falta de cuidados a los ancianos. Es, una vez más, otra especie de enclaustramiento. Meterse otra vez en el armario, esta vez de manera forzada.
Al final, esta película habla del armario de Vicente, pero también está insinuando que hay otros armarios, el de la propia hija que no ha compartido con su padre ciertas cosas, es un ejemplo.
La película habla también de lo estamos viviendo hoy en día, de esos retrocesos en las conquistas sociales y son retrocesos que se dan, obviamente, porque hay fuerzas que así lo marcan. Pero ahí también depende de nosotros, que lo defendamos. Si dejamos de defenderlo, vamos a perder esos derechos. La película también tiene abre un diálogo con lo que está ocurriendo en el presente.