Aunque algunas informaciones apuntan a que datan de los años 40 otras la fechan en los años 20 o 30.
Las primeras fueron elaboradas por Eduardo Sáenz Venturini (hermano del escultor bilbaino Federico Sáenz Venturini), en su fábrica de piedra artificial, que estuvo situada en la calle San Mamés hasta mediados de los años 30.
De esta fábrica salió también la piedra artificial que decora algunos edificios emblemáticos de Bilbao, como el Mercado de La Ribera, el Kiosko de música del Arenal, La pérgola del parque de Doña Casilda, el Instituto de Enseñanza Media Miguel de Unamuno…
Las primeras Baldosas estaban fabricadas en hormigón salpicadas con viruta de hierro y arena gruesa (ya casi desaparecidas de las calles). Era una baldosa dura, ideada para estar a la intemperie de Bilbao, con un clima muy lluvioso, e intentar de esta forma que la gente no se resbalara, de ahí que tenga esa forma con unos surcos que desaguan la lluvia para que el peatón siempre pise en seco.Sin embargo, tiene un pequeño problema y es que al no adherirse bien al suelo suele provocar unos salpicones de agua a la altura del pantalón (Percance plasmado en una cación de La Otxoa " La Baldosa" del album " VIvir de Noche" ).
La Baldosa se utiliza a veces como símbolo de Bilbao y se ha reproducido en toda clase de objetos tales como: Pasteles, relojes, pins, llaveros, ropa e incluso en piezas de joyería.
Tambien se otorgan unos premios con su nombre a las empresas que han participado en los diferentes programas de Lan Ekintza.