en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

martes, 24 de febrero de 2009

Voto por la polírica

La polírica, o política lírica, es una nueva forma de hacer política que estamos impulsando. Si la política fue una superación de la guerra, la polírica debe ser una forma de progreso de la política convencional. Algunos de sus parámetros son buscar coincidencias con los demás partidos, apreciar en positivo lo común y, sólo después, señalar los matices por los que se considera que la propuesta propia es preferible. Ha de evitarse todo tipo de descalificaciones, tanto de programas como de líderes adversarios, propugnando los objetivos y caminos propios con un programa realista y desde el máximo respeto que merece el hecho de que millares de personas creen en otras alternativas.

La polírica aborrece de cualquier forma de violencia, incluida la verbal. Jamás ridiculiza o desdeña otras formas de pensamiento político. Por el contrario, busca como baza y ventaja la capacidad de acordar con otros partidos, como forma de demostrar la centralidad y la capacidad de negociación. Jamás usa argumentos en campaña que oculten lo que ha sido el debate durante el período legislativo anterior. Por el contrario, las elecciones son el momento de recapitular con ideas innovadoras que superen o sobrepasen los problemas enquistados en la etapa anterior, buscando nuevas mayorías que encuentren salida a los problemas recientes más espinosos.

La polírica reconoce errores propios y aciertos ajenos. Aprende de sí misma, de los otros referentes políticos y, sobre todo, aprende de la sociedad. Transmite que el buen acuerdo personal entre los líderes (que se observa las entrevistas a los dirigentes en "Hamaika minutu") debe ser aún mayor entre los simpatizantes de los diversos partidos.

La polírica ofrece, reparte y multiplica simpatías, nunca miedos y temores. Pide el voto de la ciudadanía porque su camino para el bien común es más factible, más solidario, más repartido y más generador de entusiasmo. Jamás amenaza con cataclismos si ganan otras formaciones.
Tampoco pretender ganar para imponer su victoria a quienes son minoría. Sólo apunta, modestamente, que su programa es más envolvente, más flexible y más acertado para encontrar fórmulas de avance conjunto, sin dejar a nadie atrás, creando una sociedad más cohesionada que sea capaz de articular soluciones para los inherentes problemas de convivir en un mundo donde aún queda mucha injusticia e infelicidad.

(Recogido del blog de Mikel)