Cualquier sistema electoral, prima por un lado la gobernabilidad (que sea fácil poder gobernar el partido que gane), por otro lado la territorialidad (que no sea centralista, sino que reparta poder), y en tercer lugar la proporcionalidad de voto (que a tantos votos, más o menos se parezcan los escaños.
El sistema electoral español, es imperfecto, y tiene sus injusticias, como por ejemplo que partidos que tienen un millón de votos (me da igual las siglas) puedan tener cuatro escaños menos que un partido con trescientos mil. O dos partidos con trescientos mil votos tienen cinco escaños de diferencia. Pero España es un país que se prima la territoralidad en primer lugar, la gobernabilidad en segunda, y la proporcionalidad en última instancia.
Esto lo digo, porque si algo es injusto de verdad, es el sistema británico. 646 circuscripciones, en las que solo saca diputado el que gana por un voto. El resto de votos en esa circunscripción no vale para nada. Y aquí nos quejamos porque nuestro voto vale la mitad o tres cuartas partes…