Aunque lo normal sería hoy hablar del padre y de su operación del pasado sábado, que nos ha tenido a todos durante el fin de semana en un "sinvivir", hoy traigo a mi blog a su hija pequeña, la lista, y a su esposo, el deportista. Cuenta la prensa escrita que "Los peñafieles les rondan pero la crisis sentimental entre Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarín no saldría del cuore si no fuera por las posibles implicaciones políticas derivadas de Gürtel y el caso Palma Arena".
Otra posible separación matrimonial se cierne sobre la impoluta Casa Real española tras la separación de los Duques de Lugo. Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarín no pasan por su mejor momento. No lo decimos nosotros sino la prensa del corazón y el experto en estos temas Jaime Peñafiel que siempre anda rondando las desgracias de la monarquía borbónica.
El caso es que, después del sonado divorcio de Doña Elena y Jaime de Marichalar, la hija menor del Rey sufre en silencio una latente crisis marital. Los dineros son -a decir de muchos- los causantes de sus males, no los suyos, sino los que acumula con fruición el ex jugador de balonmano y consorte Urdangarín. Tener, tienen mucho. Oficialmente declaran al año casi un millón de euros, suficientes para hacerse con un exclusivo palacete en Barcelona que poco han disfrutado tras su repentina decisión de cruzar el charco y marchar a Washington con toda su prole.
Para los amantes de cuore el morbo está servido y las imágenes de la princesa con semblante serio circulan por revistas, foros y blogs de Internet. El asunto no pasaría más allá del cotilleo rosa si no fuera porque algunas informaciones apuntan algo más: implicaciones políticas y tramas de corrupción varias, entre ellas la Gürtel. Y es que resulta que las empresas de Urdangarín (que ha sabido como nadie amasar una inmensa fortuna) tuvieron línea directa con Francisco Camps –gurteliano de los buenos- y llegaron a cobrar 3 millones de euros para promocionar la candidatura valenciana a los Juegos Olímpicos Europeos, de la que ahora por cierto no se habla.
La posible implicación de Urdangarín con la trama de Francisco Correa es mucho pastel para que el Palacio de la Zarzuela mire para otro lado. ¡Sólo faltaba que su nombre o alguna de las empresas con las que ha estado relacionado (y son muchas) figurase en el voluminoso sumario instruido por Baltasar Garzón!
Pero es que hay más. Resulta que el ex presidente del PP balear, Jaume Matas, imputado en el caso Palma Arena, reconoció en una reciente entrevista, que había dado el visto bueno a la firma de un convenio suscrito por el Govern en 2005 con el Instituto Nóos entidad dedicada al patrocinio y mecenazgo que estaba entonces presidida por el Duque de Palma por valor de 1,2 millones de euros, un gasto que aún no ha sido acreditado. A ello se refirió el pasado 15 de abril el senador del PNV Iñaki Anasagasti en su blog.
Los rumores sobre la separación de los Duques de Palma han saltado tras comprobar la soledad de Cristina en actos tan destacados como el funeral de Juan Antonio Samaranch, cuyos hijos mantienen una estrecha relación con Urdangarín que fue nombrado miembro del Comité Olímpico Español un mes después de abandonar el balonmano profesional. Tampoco estuvo acompañada la infanta en la fiesta por el 50 cumpleaños de Felipe de Bélgica; ni un día después en la entrega del Trofeo Godó a Verdasco. Las razones oficiales son que el Duque de Palma tenía que atender en la capital de EEUU asuntos relacionados con su cargo de consejero en Telefónica Internacional; pero oficiosamente, la lectura es otra: ya decimos, crisis matrimonial a la vista y muchos líos millonarios de por medio.