El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

domingo, 17 de octubre de 2010

Gran acuerdo transversal en Euskadi tras años de frentísmo irracional

Felicidades a todos los que apostábamos desde hace años por este tipo de noticias. Parece que poco a poco, las aguas vuelven a su cauce y las fuerzas fácticas se dan cuenta de que en tiempos de crisis seguir apostando por aspiraciones intangibles dan menos rédito electoral que si hablamos de cosas concretas y cercanas. 

Los dos grandes partidos vascos han sellado un acuerdo histórico. Podríamos dejarlo así. Lamentablemente todo tiene su aquel, y esta historia, también. Sin dejar de ser importante que el final haya sido un estrechamiento efusivo de manos, hay que recordar cómo se ha llegado al punto de encuentro, y eso, lamentablemente, no ha sido de una manera, digamos, buscada amigablemente por ambas partes. 

La política de ambos partidos parece que ha sido complementaria. Me explico. Uno ha jugado a no hacer nada o a hacer muy poco a no ser que le aprieten los machos, y el otro ha jugado a esperar a tener la oportunidad de apretarle los susodichos a no ser que suelte algo. La situación ha tardado en producirse pero, como dice la canción, todo llega mas tarde o más temprano y, habiendo acuerdo, todos contentos, si bien la felicidad está justificada por el resultado y no por el desarrollo y las formas de llegar al mismo. Unos salen contentos porque han salvado sus "bolas" y otros, aun quedando ante el resto como "tocapelotas", ante sus huestes pueden mostrar triunfantes su botín.