La izquierda abertzale ilegal sabe a la perfección cuáles son los requisitos que ha de cumplir sin ambigüedades si quiere superar con éxito el desafío de la legalización de su "nuevo" proyecto político.
No se le puede exigir que logre el cese definitivo de ETA porque no está en sus manos. Sin embargo, tiene que mostrar evidencias claras de la total y absoluta separación de su proyecto respecto de ETA, con independencia de lo que haga la organización armada.
El compromiso con las vías pacíficas y el rechazo activo al uso de la violencia para conseguir objetivos políticos deberán integrar el ideario central del partido si se quiere evitar o dificultar cualquier iniciativa que pretenda obstaculizar la inscripción del nuevo partido. Si de verdad van en serio, les conviene no dar excusas.
Xabier Gurrutxaga (2010-10-28)