Creo que es interesante la reflexión que presentó Joseba en El CORREO hace un par de semanas. Estaba relacionada con los últimos acuerdos que llenaron de júbilo a las bases nacionalistas en vísperas del Alderdi Eguna. Y venía a decir que le parecía evidente que a más de uno, estos tres puntos que se comentan a continuación le puede importar más bien poco:
- - Que si el Gobierno central admite, cuando necesita de votos para la aprobación de presupuestos, debatir elementos políticos estructurales que afectan al sistema en su conjunto, debilitándolo, no será el nacionalismo vasco el que llore, pues puede no tener el más mínimo interés en que se consolide el sistema democrático español.
- - Que si el sistema institucional vasco (Ajuria Enea a la cabeza) queda dañado, tampoco le importa mucho, pues si no está ocupado por ellos, no merece la pena defenderlo.
- - Y que lo conseguido sea fruto del chantaje tampoco es importante: no hace más que seguir con una larga tradición en la que el chantaje es el núcleo del sistema.
Pero alguien se tendrá que preguntar alguna vez si es bueno para los vascos no agradecer las ayudas que se reciben, si es bueno para los vascos contar con más dinero aunque para ello tengan que sufrir las instituciones y el sistema democrático, si es bueno para los vascos destacar sobre todos los demás sin reconocer sus aportaciones a nuestro bienestar, si es bueno para los vascos debilitar el sistema democrático en el que estamos insertos, si es bueno para los vascos mirar siempre sólo por nosotros mismos sin ver lo que sucede con los demás y con el sistema que es común a todos, si es bueno para los vascos que el Estatuto, su interpretación y el autogobierno sea propiedad de un partido, aun a costa de las instituciones estatutarias.