Son muchos los buenos ejemplos que podríamos poner
hablando de la influencia del deporte
en la infancia y en la juventud.
De entre las malas, a mí particularmente,
siempre hay una que me salía hasta ahora como ejemplo:
Escupir en el cesped o en el suelo, para parecerse a ellos.
Ahora hay otra más: la de saludarse,
cuando no queda más remedio, sin mirarse a la cara.
Actualizado el jueves a la mañana:
Pero tal como predecía Murphy,
"si alguien es un impresentable todavía puede serlo más",
y aquí esta la prueba:
Actualizado el jueves a la mañana:
Pero tal como predecía Murphy,
"si alguien es un impresentable todavía puede serlo más",
y aquí esta la prueba:
Me alegro, más que de la victoria del Barça,
de la derrota de Mou (Que se joda).