El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

jueves, 23 de febrero de 2017

El doble juego que siempre ha intentado mantener el PNV: Raka Raka por un lado, Urkullu por otro.

El lehendakari Urkullu no estuvo en el Kursaal, acompañando a Juanjo Ibarretxe y Artur Mas en el acto propagandístico del ‘derecho a decidir’ que organizaba Gure Esku Dago en un proceso que, si no concibe otra vía que la del referéndum secesionista, no conduce a otro destino que el de la fractura de la sociedad catalana con el que los nacionalistas pragmáticos vascos no están de acuerdo y, desde luego, no pretenden emularlo.

Ibarretxe ofreció ayer su tarde de gloria a Artur Mas. El político catalán, necesitado de complicidades que le hagan de contrapeso a la negativa del Gobierno a negociar un referéndum secesionista porque la Constitución no se lo permite, se encontró en su salsa en el Kursaal. 

El enlace de la conferencia para las redes sociales era #IbarretxeMas. El exlehendakari, desde su condición de ex-político de primera línea, más que en el teatro, sigue con las musas. Las de la independencia y el derecho a decidir. 

Pero también hay que reconocer que en su pregunta marcó la diferencia con los catalanes. «¿Hay que modificar la Constitución? Que se modifique», enfatizaba un lehendakari que vio frustrado su referéndum. 

En cambio, Artur Mas pasa de reformas constitucionales y de otras leyes que no sean las del Parlamento catalán. Haciendo caso omiso a esos interlocutores influyentes de su comunidad que se muestran persuadidos de que no va a haber otras urnas que las de las próximas elecciones catalanas.

Tonia Etxarri hoy en El Correo