Me apenan/escandalizan/horrorizan
los considerados liderazgos políticos
"imprescindibles"
para llevar adelante un proyecto.
Y me repelen
los proyectos que consideran
imprescindibles a sus líderes.
Sean estos religiosos, políticos,
culturales, deportivos, ...
La cultura política debe de permitir
que todo el mundo sea importante
pero nadie imprescindible,
y pobre la organización del s.XXI
que autodefiniéndose de izquierda
base su estrategia en una sola ...
"cabellera".