Estrenado en septiembre en el 25º Festival Temporada Alta con excelentes críticas, IN MEMORIAM. LA QUINTA DEL BIBERÓN, tras pasar por el Teatre Lliure, ha llegado este mes al Teatro María Guerrero.
En la batalla del Ebro combatió ‘La quinta del biberón’, 30.000 soldados reclutados con sólo 17 o 18 años que fueron puestos en la primera línea de fuego de la batalla que marcará la Guerra Civil española (1936-39). El espectáculo, creado y dirigido por Lluís Pasqual, está basado en el sobrecogedor testimonio de algunos supervivientes que durante un año entrevistó el director.
El montaje combina la interpretación de seis actores, seis especialistas en música barroca y proyecciones de Franc Aleu.
La batalla del Ebro fue la más decisiva de la guerra, porque las tropas franquistas fueron incapaces de ocupar Madrid, que era lo que quería Franco para obtener el reconocimiento internacional de su régimen.
Aunque suena más a una generación de futbolistas, la quinta o leva del biberón se refiere a unos reclutas que lucharon por la II República en los últimos momentos de la Guerra Civil Española (1936-1939).
Como es de suponer, el nombre le venía de su corta edad que no superaba los 17 años. A mediados de 1938 la situación para la República era desesperada. Los frentes iban cayendo y la necesidad de combatientes era cada vez mayor, por ello los dirigentes republicanos no dudaron en utilizar hasta un total cercano a los 30 000 de estos noveles, que bien pudieran estar “tomando el biberón” como al parecer comentó la ministra anarquista Federica Montseny, y la causa de su nombre.
Nacidos en 1920 y 1921, participaron en las batallas más importantes y determinantes de la guerra, como la batalla del Jarama, la sangrienta Belchite o la decisiva batalla del Ebro en julio de 1938, que puso fin a la resistencia republicana.
Frases muy críticas con los políticos republicanos del momento, interpretación bilingüe, intercambiando frases en catalán y en castellano y una emotiva critica a la violencia estúpida de cualquier guerra, pero especialmente, las guerras civiles entre conciudadanos. Emocionante minuto de silencio en toda la sala por las victimas.
Llama la atención que todavía al día de hoy haya espectadores que, entiendo que asistiendo por equivocación a la obra, se sientan ofendidos, ni guarden el minuto de silencio de pies, ni aplaudan y se levanten según acaba la obra sin aplaudir.