elpais.com/elpais/2017/04/27/ |
Es difícil no notar el contraste entre la solemnidad que Pablo Iglesias y Podemos han querido atribuir a su comparecencia para anunciar la puesta en marcha de una moción de censura contra el Gobierno del PP y la rapidez con la que los grupos políticos indispensables para que dicha moción tuviera siquiera visos de prosperar (PSOE, Ciudadanos y, también, PNV) han descartado sumarse a ella.
Aunque algunos no lo terminen de entender, las formas, en política, no diré que son importantes, no, son fundamentales, y en este tema, la nueva organización de la izquierda estatal, todavía, tiene mucho recorrido de mejora.
Ahora, puede resultar sencillo echar la culpa a los que no te apoyan, pero llegados a este momento, ahora eso ya no es lo importante. El asunto es que, por segunda vez en poco tiempo, y ante lo que en mi opinión es otra torpeza de la coalición liderada por Iglesias, Rajoy resulta reforzado en su puesto.
Quedémonos en que todos y todas, cada uno desde nuestras posiciones, debemos de aprender de nuestros errores.
Aunque algunos no lo terminen de entender, las formas, en política, no diré que son importantes, no, son fundamentales, y en este tema, la nueva organización de la izquierda estatal, todavía, tiene mucho recorrido de mejora.
Ahora, puede resultar sencillo echar la culpa a los que no te apoyan, pero llegados a este momento, ahora eso ya no es lo importante. El asunto es que, por segunda vez en poco tiempo, y ante lo que en mi opinión es otra torpeza de la coalición liderada por Iglesias, Rajoy resulta reforzado en su puesto.
Quedémonos en que todos y todas, cada uno desde nuestras posiciones, debemos de aprender de nuestros errores.