Una vez más, se vuelve a insistir desde el nacionalismo en que el Gobierno de España tiene que disculparse por aquella atrocidad; que fue perpetrada, como le oí decir a Andoni Ortuzar, “en el nombre de España y del Estado español”. Una interpretación bastante peregrina, teniendo en cuenta que fue el Estado español, representado por un Gobierno republicano, el agredido por la insurrección militar acaudillada por Franco.
No parece, por otra parte, muy sensato pedir que el Gobierno de España se disculpe por un bombardeo que ese mismo Gobierno, el de la legitimidad republicana, denunció en el acto. Y tan a lo grande, que lo dio a conocer al mundo a través del 'Guernica' de Picasso. Un cuadro muy apreciado en Euskadi. Y tanto, que hasta hemos llegado a considerarlo de nuestro patrimonio, por las veces que lo hemos reivindicado.
Si Urkullu puede autoconsiderarse continuador del gobierno de Aguirre, por los mismos motivos democráticos Rajoy es el que ahora mantiene la antorcha democrática del gobierno del Estado, entonces República, hoy monarquía parlamentaria, reconocida como tal, y de tal manera, que es el motivo por el que el cuadro de Picasso retornó a los descendientes legales de la administración republicana española.