Pensar que el momento no estaba previamente preparado y estudiado
me parece llamarnos tontos a sus súbditos, voluntarios o no.
La reacción de la prensa con sus loas al Jefe del Estado,
diciendo "lo bien que lo hacía, que bien llevaba el ritmo, etc..."
me parecen de vergüenza ajena.
Y la postura de la reina mostrándose
"estrecha, rancia y pasiva",
me resulta lamentable.