en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

martes, 24 de abril de 2007

¿Armas? No, gracias.

En el país que decidió la invasión de Irak, y que está causando decenas de muertes diarias a la gente de allí, muertes que solo ven en los telediarios y que les afectan en una proporción muy pequeña, y fundamentalmente, al sector de la población más humilde y que menos vota, resulta que le ha tocado vivir un poquito más de cerca lo que supone la locura de la violencia. Y además, en un reducto de cultura y de razonamiento como es, o debería ser al menos, una universidad.

Pero cuando digo un poquito más de cerca, es simplemente porque "los medios" le han dado más canchita que a los muertos que ya tienen asumidos en su rutina diaria. Porque es un país con 200 millones de armas de propiedad privada, con casi medio millón de victimas anuales de incidentes con armas de fuego, con 16 adolescentes muertos diarios por disparos y que sigue celebrando 5.000 ferias anuales cuyo atractivo fundamental son las pistolas o rifles.

Razones para pensar que viven en una autentica locura no faltan. Porque está demostrado que un arma en casa incrementa 5 veces el riesgo de suicidio, si es un arma de autodefensa tiene 43 veces más probabilidades de ser usada para matar a un amigo o un familiar, la cuarta parte de la gente que tiene un arma la acaba usando, y claro, todo esto lleva a que un estadounidense tenga 50 veces más posibilidades de ser asesinado por armas que un británico.

Y a pesar de todo, en esta historia ha habido norteamericanos que lo que se han puesto a discutir en público es si la marca elegida por el asesino era la apropiada o hubiera sido mejor un rifle automático, o si la solución a estos accidentes pasaría por que todos los estudiantes deberían de llevar armas para evitar este tipo de casos.

Este estado es, además, uno de los feudos de la Asociación del Rifle, la asociación que tiene 4 millones de miembros y resultó decisiva en la primera elección de G. W. Bush, y es uno de los estados con leyes más laxas sobre posesión de armas.

En definitiva: ¿De qué se sorprenden los responsables políticos y, en definitiva, todos los que defienden "la libertad" de comprar armas?