Estamos a una semana de la votación definitiva y el líder de la Unión por la Democracia Francesa, François Bayrou, que podría haber ayudado a inclinar la balanza hacia un lado u otro, ha rechazado dar ninguna indicación concreta a sus votantes con vistas a la segunda vuelta de las presidenciales y ha criticado por igual a los dos aspirantes a la presidencia. De Sarkozy ha dicho que tiene connivencias con poderes económicos y periodísticos y agravará la separación entre los franceses, algo obvio para la mayoría de los que seguimos la política francesa a media o larga distancia, mientras que de Royal ha criticado que proponga el Estado como único factor para resolver los problemas, lo cual, además de falso, es una muestra de los pocos argumentos que puede tener para oponerse a una alternativa progresista en el estado francés.Yo sigo apostando claramente por Royal.
