El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

lunes, 2 de abril de 2007

Cautivar o no cautivar. ¿Va a ser esa la cuestión?

Pocas veces la discusión sobre temas de la política del día a día, o la relacionada con posibles tácticas o estrategias, ha tenido al término "Cautivar" como centro de su discusión como en estos últimos meses.

Lo primero que he hecho, para poder meterme en el tema con cierta base, ha sido cerciorarme de cómo los diccionarios definen la palabreja. Y así para empezar hablan de aprisionar o privar de libertad a alguien y, lógicamente, no creo que sea el significado que el promotor de esta discusión haya querido transmitir en esta ocasión.

A renglón seguido, los diccionarios hablan de atraer o ganarse a alguien, y esto si concuerda más, creo yo, con el mensaje. Sigo leyendo y se refuerza la idea cautivar como sinónimo de ejercer una fuerte influencia en el ánimo por medio de atractivo físico o moral. Y esto, sí creo que es algo a lo que casi todos aspiramos, es decir, a casi todos nos gustaría poder influir en los otros utilizando nuestro atractivo moral. Cautivar también aparece como relacionado con cazar, embelesar, encantar, hechizar.

Haceros a la idea de que nos apuntamos a un curso de esos que organizan empresas que proponen que nos imaginemos por un momento todo lo que podríamos alcanzar si lográramos que nuestros clientes, proveedores, parejas, empleados, jefes, hijos, amigos, etc ... nos dijesen que "sí" a nuestras propuestas gracias a nuestra capacidad de cautivarles. ¿A que ya os estáis imaginando una situación concreta en vuestra vida cotidiana? Podríamos comprobar de manera directa el poder de sólo algunas de las técnicas, estrategias, tácticas y secretos de persuasión utilizadas por personas comunes que logran resultados extraordinarios. Aprenderíamos cómo explotar las Leyes de la Persuasión, cómo lograr mejoras en el centro de trabajo, cómo lograr que los demás quieran beneficiarnos, cómo torcer el brazo de un negociador inflexible, cómo conseguir que digan "sí" a tus propuestas cotidianas. ¿Hay algo de malo en todo lo que se podría conseguir según lo arriba mencionado?

En su blog, Uriarte comenta que para conseguir nuestros objetivos deberemos hablar, negociar y cautivar tanto a los unos como a los otros. Sí, cautivar, a los unos para que respeten la voluntad de la ciudadanía de este País, a los otros para que se autodeterminen de ETA.

Cautivar no es renunciar, no es doblegarse, no es perder la línea de meta, es todo lo contrario, es hacer para convencer, es llevar la iniciativa, o si quieres, dicho lo mismo de otra manera, es ganar.

Así que no entiendo el rasgamiento de vestiduras de algunos porque nuestro Presidente de Partido haya declarado su predisposición a intentar cautivar a nuestros vecinos. ¿Qué hay de malo en ello?