No es la primera vez que hablo del tema, pero cada vez que sale tengo que dar mi opinión. Si no, reviento. Cualquiera que siga a media distancia este blog se habrá dado cuenta de la importancia que le doy a que entre todos y todas construyamos país y que no nos podemos permitir el lujo de aparecer divididos en tantas subadministraciones diferentes, diferenciadas y con un claro y rotundo interés en seguir marcando las diferencias. Así, para dar sensación de aparente "unidad" hay que dar rienda suelta a deseos, reclamaciones y/o peticiones que a veces recuerdan a situaciones adolencentes cuando no infantiles.
Todos recordamos aquel reparto. Que si "tú eres la capital real, tú tienes que ser la cultural y tú la administrativa", que si "tú tienes el aeropuerto principal pero tú tienes una llanura cojonuda y tú, ¡qué coño!, ¿por qué no?, otro". Y si hay que estirar por aquí y por alli, no importa, pero que no se diga.
Vamos, que lo de los euskolegas que, por cierto, me encantan, pero llevado a la vida real y hablando teoricamente en serio da un poco de pena.
Y así lo de los aeropuertos es puro esperpento, por que los guipuzcoanos, cada vez que se vayan de vacaciones en avión fuera del país, tendrán que seguir acercandose al aeropuerto de la capital bilbaina. Aquí la lógica comercial se superpone a la cultural-historico-política mal entendida y no se anda con chorradas.
Y lo mismo pasa con los puertos deportivos. Cuando todavía el de Getxo esta sin terminar de completar su aforo, ya surgen pueblos cercanos con el famoso "¿y yo?" que, si a alguno le pilla con el paso cambiado y en un descuido se lo aprueba, nos podemos encontrar con un puerto deportivo sin calado o fruto de salvajadas ecológicas innecesarias.
