Si ya las cifras son astronómicas y merecen una crítica a esta locura colectiva en espacio aparte, aquí solo quiero señalar la facilidad con la que a los jugadores del Athletic se les evaporiza el "amor a los colores" ante una lluvia tan alucinante de millones.
Y no me extraña. Lo que me llama la atención es que todavía pueda haber algún ingenuo, dicho con el mayor de los respetos, que crea que el Athletic es especial y que sus jugadores sienten un amor por los colores como en ninguna otra parte. Igualito igualito que al resto de los equipitos.
Los hechos de estas últimas temporadas lo dejan bastante claro.