Década de 1820. En una expedición al desconocido oeste norteamericano, todavía habitado por tribus indias, Hugh Glass (Leonardo DiCaprio), un trampero, explorador y cazador de pieles es brutalmente atacado por un gigante oso grizzly, en una escena fantástica donde la escena se vive como real desde la butaca.
El hombre resulta gravemente herido, y sus propios compañeros le dan por muerto. Abandonado, sin armas ni equipo, con tremendos dolores y una pierna rota, Glass consiguió sobrevivir curando sus propias heridas y alimentándose de carne cruda de animales que cazaba. Las escenas de sobrevivencia son terribles.
En su afán por seguir con vida, Glass, que no tiene miedo a la muerte, porque está acostumbrado a rondarla, aguanta y sorprendentemente se repone de sus heridas. Además, trata de vengarse de quienes lo abandonaron a su suerte,especialmente de la traición llevada a cabo por su confidente, John Fitzgerald (Tom Hardy).
Esta peli se llevará varios Oscars. Los escenarios son maravillosos y la fotografía fantástica. Abstenerne los que no aguanten escenas de sangre.