"Esta situación de incertidumbre y parálisis que estamos viviendo o padeciendo, ha tenido también un efecto colateral en las instituciones vascas, al menos en cuanto a la convocatoria de nuestros comicios autonómicos. Según ha insinuado el propio lehendakari, rompiendo una costumbre que era ya entre nosotros pauta casi inquebrantable de comportamiento político, está considerando la posibilidad de, caso de convocarse las elecciones generales el 26 de junio, hacer coincidir con ellas las nuestras propias, sin excluir siquiera la eventualidad de adelantarlas incluso en el caso de que se formara Gobierno y no tuvieran aquellas que ser convocadas.
Y, por heterodoxa que a algunos de la propia casa les parezca esa eventualidad, y arriesgada les resulte a otros, su toma en consideración no está en absoluto fuera de lugar". Así lo ha manifestado Zubizarreta en el diario de Vocento y estoy absolutamente de acuerdo. Y termina:
"Con todo, en la situación de descrédito en que se encuentran hoy en día esos partidos, el autonómico que gobierna nuestra comunidad puede presentarse, no sin razón, como notablemente más solvente.
La fuerza de atracción sobre el electorado podría, por tanto, haberse invertido en favor de un PNV que ha procurado mantenerse al margen de la confrontación y demostrado, aparte de buena gobernanza, capacidad de crear ambientes de sosiego y concordia.
Su discreción en el poco ejemplar proceso de negociaciones para formar Gobierno lo ha dejado además indemne de los daños que han sufrido quienes en él se han implicado o, habiendo debido implicarse, no lo han hecho.
Y todo ello sin citar su interés por dificultar, mediante el oportuno adelanto electoral, que puedan crecer y consolidarse las opciones emergentes que amenazan su hegemonía y merman sus posibilidades de mantenerse en el poder".
Pues eso.